Entre las cosas que había leído estaba el Método Silva de Control Mental. Demasiada metafísica y nada de evidencia, aunque mi juicio se fue haciendo mas critico con el tiempo y en ese momento no lo encontraba tan indigerible. Se trababa básicamente de un sistema de meditación y visualización, junto con algunas otras técnicas (recuerdo una técnica nemónica entre otras). Pero había un punto en el programa de entrenamiento que proponía que era comprobable, lo que me resulto muy atractivo: la percepción extrasensorial. Según el autor esta podría desarrollarse y el ultimo día del curso cada alumno realizaba una practica de la misma. Era una posibilidad tentadora poder ver personalmente de que se trataba.
La primera mirada
Un tiempo después encontré un curso similar que daban no muy lejos de donde vivía. No era el curso original, se trataba de una “clon” del mismo que, luego pude comprobar, era prácticamente idéntico. Tenia 15 o 16 años por ese entonces.
Cuando llego el ultimo día recuerdo que estaba tenso y muy curioso sobre ese ultimo ejercicio. Había gente que ya había realizado el curso y en general no hablaban de ese ultimo ejercicio que se reservaba a modo de sorpresa. Era la única constatación practica que abría y si era real, bastante impresionante por cierto. Luego de los ejercicios correspondientes se realiza la prueba de PES (Percepción Extra Sensorial, que en el curso se llamaba Proyección Efectiva Sensorial). El ejercicio se llevaba a cabo en parejas. Uno de los participantes le da el nombre, edad y creo que dirección de una persona conocida de este, que tenga una dolencia física, al compañero (que no debe conocerla) y este intenta percibir el tipo de dolencia. En la practica la información “descubierta” no se limito únicamente a eso, también se dieron descripciones físicas, características de personalidad y algunas detalles que realmente me asombraron.
Aunque no todos tienen el mismo desempeño, cuando realice el ejercicio personalmente y mi compañera corroboro la información que fui dando, realmente me impresiono. Lo estaba haciendo yo, no había posibilidad de engaño -o por lo menos falle en encontrarla y en todos los años que siguieron tampoco pude pensar en una-. Cuando fue el turno de mi compañera, pude confirmar la información que me daba respecto a dos familiares y la precisión nuevamente fue asombrosa: descripciones físicas, características personales, hasta detalles de sus rutinas y obviamente las dolencias físicas de ambos. No se trataba de datos ambiguos o generalidades.
El tiempo paso y esa experiencia quedo en el pasado. Si bien no puedo decir que en el olvido, porque varias veces me partí la cabeza intentando encontrar el fraude en ese asunto. Nunca pude hacerlo. Aunque por un tiempo lo ignore, en un punto cuestionaba mi visión del mundo. Era muy común que las personas que compartiera esta visión materialista se refirieran cínicamente a la ESP (por las siglas en ingles de percepción extra sensorial) y a cualquier fenómeno llamado paranormal. Pero había visto la prueba de la ESP en mi cara y mas de una vez. Había intentado encontrar una alternativa, un error, un engaño o auto-engaño y había fallado.
En perspectiva creo que esta fue la primera vez que me acerque al agujero del conejo.
¡Segunda visita al conejo!
Con el tiempo sucedió otra cosa que también contribuyo a que cambie mi perspectiva. Me desperté una noche -¿o fue una tarde durante una siesta?- y pude ver el cuarto desde una posición distinta a la de mi cuerpo. Sabia que era algo que la literatura new age llamada viaje astral. Leí algo sobre el tema, y aunque lo considere un sueño, mantuve un nivel de apertura en parte debido a lo que había vistocon respecto a la ESP. Encontré que entre los mas escépticos -con cuyo pensamiento me identificaba mucho mas fácilmente que con el del resto- ni consideraban la posibilidad de que la experiencia fuera objetiva (en el sentido de que la conciencia abandonara al cuerpo), ¡claro que lo mismo decían de la ESP! Lo que me mantuvo alerta y critico sobre cualquier postura.
Leí lo que pude encontrar. Algo muy decepcionante por el bajo nivel de todo lo que encontraba. Buscaba alguna evidencia en una dirección u otra. Luego de un tiempo me aburrí del tema y lo deje. Si únicamente místicos o cultores del new age escribían sobre eso, por lago seria... Si existiera una evidencia de algo así no podría ser tan difícil de encontrar.
Por un tiempo me olvide del asunto. Mientras lo considerase un sueño no había nada nuevo bajo el sol. Pero un tiempo después volvió a interesarme. No estoy seguro porque, pero tenia que estar seguro sobre ese asunto. La experiencia se repitió varias veces. Era interesante y frustrante, no podía hacerlo a voluntad y en ninguna de esas experiencias pude ver algo que me confirmara que lo que estaba percibiendo era real.
Trataba de analizarlo de la forma mas lógica posible. Hable con otras personas que habían tenido experiencias similares, volví a buscar información sobre el tema. Otra vez verifique que decían los escépticos Encontré que había literatura sobre parapsicología que valía la pena leer: experimentos de laboratorios, replicaciones, meta-análisis. Aunque era poco lo que encontré sobre OOBEs (Out Of Body Experience, por las siglas en ingles de Experiencia Fuera del Cuerpo) específicamente.
Por momentos resultaba evidente que no podía ser real. Pensaba en la gran cantidad de cosas que las personas creen y de las cuales no tienen ninguna evidencia. Sabia que era fácil engañase a uno mismo. A veces como resultado de un enfoque superficial, parecía que todos los alegatos sobre fenómenos paranormales, mancias, OVNIs, diversas creencias místicas, etc, era todo lo mismo. Si todas estas cosas podían refutarse con un poco de sentido critico o en su defecto no existía ninguna evidencia ¿seria esto distinto? Creo que en parte fue un prejuicio producido por el poco material que pude conseguir no contaminado por ideas místicas o con un enfoque poco critico por lo menos.
Chequeo de realidad
Era claro que no iba a encontrar una respuesta fácil. Tenia que ir hasta el fondo. Ver con mis propios ojos para separar la paja del trigo. También sabia que la paja no se encontraba solo en el campo de los creyentes new age, también se veían grandes prejuicios en científicos de renombre. Mucha gente hablaba cínicamente del Método Silva, burlándose de la “supuesta” ESP. Claramente estas personas (con las que puedo compartir muchas criticas sobre dicho sistema repleto de ideas pseudocientíficas) no se tomaron el trabajo de verificarlo personalmente con una mentalidad abierta.
Esto me dejo una sola alternativa: tenia que ver con mis propios ojos hasta donde llegaba el agujero de mi universo materialista. Fue una suerte de chequeo de realidad. Analizar las posibles evidencias a fondo, refutarlas si era posible, hablar con otras personas con experiencias similares, conocer las investigaciones existentes, experimentar. Las cosa que daba por sentadas de repente ya no eran tan solidas. Otras que no hubiera considerado se hacían viables. El mundo era mas complejo y la conciencia era mas de lo que yo suponía. Mi antiguo y cómodo nihilismo se estrello con la evidencia de que había algo mal con mi visión materialista.
Nietzsche dijo que existen en el mundo más ídolos que realidades. Y a pesar ir por otro camino, su consejo de “Interrogar con el martillo y oír acaso como respuesta ese famoso sonido hueco...” me parecía muy pertinente. ¡Es sorprendente lo que pasa cuando se comienza a golpear! No siempre son las cosas que uno espera las que suenan huecas.
Recomiendo este procedimiento a todos los interesados en lo paranormal y específicamente en las OOBEs o la vida después de la muerte. Es algo trascendente para dejarlo librado a las opiniones de otros, a sus prejuicios, creencias, supersticiones e intereses. ¡Es posible ir a ver! Llegar a conclusiones propias, separando la paja del trigo. Evaluar la evidencia y los pilares de la misma. No es fácil, pero definitivamente vale la pena.
Y no olviden su martillo.
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